Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio. Palabras elegidas como tema por UNWOMEN para el Día Internacional de la Mujer de este año. Palabras que nos posicionan en un pensamiento interior, fuerza que nos impulsa a lanzarnos hacia fuera: a construir, innovar… a luchar.

Sin embargo, necesito un pensamiento originario con un poco menos de este sufijo. Una dosis menor de ideología y más realidad: que se convierta en algo palpable y que se viva. Una menor cantidad de ideas o reacciones extremas; de batallas reivindicativas que colocan por debajo a otras personas o tendencias. Busco una lucha, y la defiendo. Quiero continuar avanzando por el largo camino que nos queda. Quiero comenzar a «bailar» este ritmo…

Un ritmo que trata de ser armónico. En las armonías hay tonalidades iguales, semejantes, sobre las que se construye el resto de la obra. No obstante, no rechaza las notas diferenciadoras: no las ignora ni les quita su valor, porque también guardan su misión. El baile acompasado que busco resalta la igualdad basándose en la rica diferencia real y existente.

La niebla que es capaz de provocar este «ismo» me puede conducir a olvidar mi valía personal, mi potencial, mis talentos, mis habilidades… Quiero que me respeten y tener lo que merezco, pero no quiero parecerme a otro ser, ni ser igual. Porque soy única, cada una y cada uno lo es.

Por tanto, no desfalleceré en la lucha por poseer una igualdad de oportunidades, de situaciones; por hacer desaparecer prejuicios que se sustentan en la teoría y lo abstracto, y no en la vida real; por defender mi diferencia irrepetible: un feminismo de la diferencia. Porque mi valor auténtico… es que soy diferente.

No quiero que me nieguen lo que soy; quiero que valoren mi cuerpo, mi mente, mi corazón, mis habilidades, mis deseos… No quiero que me manipulen, que acallen mi grito de protesta porque no soy un objeto ni sólo un cuerpo, y tampoco que me conviertan en un mero grito reivindicativo; quiero tener mi voz propia y que me den opción a defenderla y a ser escuchada. No quiero que se manosee ni se adueñe nadie de la naturaleza, la realidad; quiero ser persona, quiero continuar mi camino por el mundo siendo lo máximo que puedo ser: una mujer.

Y ahora… unas palabras de Rupi Kaur… no cortéis alas a vuestra reflexión…

2 comentarios sobre “Un feminismo con un poco menos de «ismo»

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