Quisiera desearos una despedida del año 2020 con una mirada a lo lejos de lo que supone un día como hoy. Echaremos de menos sin duda momentos y planes que hasta ahora hemos hecho: con nuestras familias, amigos… y que este año no podrán ocurrir.

No quisiera, a pesar de esta mirada de memoria, que reinara en nosotros una sensación de desaliento y amargura, ni siquiera de resignación. Sí: un año de incertidumbres y dolores, de desvelos y cambios. Y también: saber que la esperanza es lo último que se pierde, y hay que descubrir dónde encontrarla o afianzarla. No te rodees estos días de pensamientos o personas que encarcelan esta esperanza, sino de los que respiran un optimismo realista, o al menos, del buen humor.

Os dejo un poema de Rudyard Kipling para dar un tinte humor sobre un hecho que seguro que sí podemos realizar en la noche de hoy, tras el brindis de medianoche: los propósitos del Nuevo Año.

¡Feliz 2021!

1.
He decidido que durante todo el año
aparcaré mis vicios en el estante.
Seguiré un camino más piadoso y sobrio
y amaré a mis vecinos como a mí mismo,
excepto los dos o tres de siempre
a los que detesto tanto como ellos me odian.

2.
He decidido que jugar a los naipes es malo,
sobre todo con cartas como las que me suelen tocar.
Puede desplumar una cuenta bancaria sana,
así que renuncio a estos placeres terrenales
excepto —y aquí no veo pecado alguno—
cuando otros reclamen ‘mi presencia’.

3.
He decidido que votos como estos, aunque
formulados con ligereza, son difíciles de mantener.
Por tanto los acometeré poco a poco,
no sea que mis recaídas acaben por hundirme.
Un voto al año me sacará del paso
y comenzaré con el Número Dos.

Un comentario sobre “Cierra los ojos un año…

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