Aquí os dejo unos versos que brotaron mientras esperaba sentada en un banco de piedra a que se ocultara el sol…
Así, sin más. Respirando la nada, y dejando que el aire baile con mi pelo. Mirando aquella línea violeta que se enaltece frente al horizonte. Escuchando los susurros de las últimas luces sobre las ramas y los tejados. Saboreando el contraste dulce y amargo del polvo que alza su vuelo. Penetrando con los dedos, la piel, el cuerpo, la piedra, y sus ropajes verdes y pardos. Y únicamente así, viviendo el sin-más palpo y rozo la quietud en movimiento; noto el silencio en distintas tonalidades; aspiro todo lo que me envuelve, desnudándome de apariencia y ruido, sabores falsos e imitaciones del sol. Pobre aquel desprestigiado sin-más, desde la cual me llamas.
