Me asomé a estas páginas y me encontré con un espejo. Al principio intuía una forma, entre luces y sombras, pero a medida que avancé en la lectura, se me escapaban medias sonrisas (o risas) ante lo que descubría: mi propia silueta.

He puesto palabras a lo que soy: soy una lectora «carnal» según Anne Fadiman, pues doblo las esquinas de los libros cuando algo me ha gustado especialmente, o subrayo con lápiz… Sigo prefiriendo además los libros en papel, aunque veo la utilidad de los eBook: acariciarlos, tocarlos, llevarlos de un lado a otro, etc.

(…) el amor cortés. Para ella el ser físico de un libro era sagrado y su forma no podía separarse de su contenido; su deber de amante era el de rendirles una adoración platónica, un intento noble pero condenado al fracaso de conservar para siempre el estado de castidad perfecto en el que salió de la librería. En cambio, la familia Fadiman creía en el amor carnal. Lo sagrado de un libro eran las palabras, pero el papel, la tela, el cartón (…) no eran más que un recipiente, y no era ningún sacrilegio tratarlos con toda la licencia que dictan el deseo y el pragmatismo. El mal uso de un libro no era una señal de falta de respeto, sino de intimidad.

No os penséis que descuartizo libros, pero me gusta esa intimidad.

Tampoco puedo evitar la inclinación a detectar errores ortográficos o de gramática. Te puede sonar a pedante, pero no tiene esa intención: incluso al recibir un papel oficial que tengo que rellenar, señalo la falta o la tilde que falta.

Y por supuesto, mi pasión empezó con la lectura en voz alta. Aquellos cuentos o narraciones que se colaban por mis oídos infantiles. Incluso ahora, esas voces que se pueden llegar a clavar…

Leer en voz alta significa que no nos podemos saltar ni una linea ni leer nada por encima (…). El poema se irá desplegando poco a poco, su velocidad se adaptará al ritmo de los jónicos del siglo VIII a.C. en lugar de al de los neoyorquinos modernos y, a medida que la historia vaya progresando, también nos ralentizará.

Un libro perfecto para lectores voraces.

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