¡Qué lento va todo cuando yo voy rápido!
Se juntan los pasos entrechocando con realidades
ocultas,
inoportunas,
torpes.

Quiero llegar. Ya. Ya.
Y delante va otro. Otra. Qué más da.
Todos lentos.
No. Quietos.
¿Qué les impide avanzar?

Es fácil, digo yo.
No me lo puedo creer, dice mi resoplido.
Y es que, ¿no saben?
¿Qué esconden tras ese rostro alelado?
¿Esconden algo?

Si son así, terrible verdad.
Si no lo son... ¿Mis ojos contaminados?
"¡Mira por dónde vas!" "¡Cuidado!"
Gritos que insonorizan la realidad.
La verdad.

Pero qué lento va todo cuando...
¿A dónde voy?
¿Rapidez para qué?
Quizá quiera abalanzarme ya en los brazos.
Brazos nebulosos donde todo se hace lento.

Deja un comentario