¡Qué lento va todo cuando yo voy rápido!
Se juntan los pasos entrechocando con realidades
ocultas,
inoportunas,
torpes.
Quiero llegar. Ya. Ya.
Y delante va otro. Otra. Qué más da.
Todos lentos.
No. Quietos.
¿Qué les impide avanzar?
Es fácil, digo yo.
No me lo puedo creer, dice mi resoplido.
Y es que, ¿no saben?
¿Qué esconden tras ese rostro alelado?
¿Esconden algo?
Si son así, terrible verdad.
Si no lo son... ¿Mis ojos contaminados?
"¡Mira por dónde vas!" "¡Cuidado!"
Gritos que insonorizan la realidad.
La verdad.
Pero qué lento va todo cuando...
¿A dónde voy?
¿Rapidez para qué?
Quizá quiera abalanzarme ya en los brazos.
Brazos nebulosos donde todo se hace lento.
Publicado por Elvira Lorenzo López
Tengo 34 años, y soy filóloga. Una de mis pasiones es la lectura: aprender todo lo que me muestra un libro, desde una cultura o época desconocida hasta formas de ser con las que tropiezo diariamente. Las páginas de un buen libro me ayudan a conocerme a mí misma, a los demás... creciendo en un autoconocimiento que es apoyo para enfrentarme a mis realidades y circunstancias; y fortaleciendo una comprensión con personas que, quizá, de modo natural nunca me hubiera acercado... Mi segunda pasión: escribir. Lo que veo, lo que vivo, lo que siento, lo que oigo... Transformar las imágenes de un pensamiento en palabras que pueden ser reconocidas por otros, para vivirlas más intensamente.
Ver todas las entradas de Elvira Lorenzo López