Qué queda entonces

Cuántas lágrimas metálicas se pueden verter
lanzar sin pausa contra aquella piedra
roca que pretende prohibir el paso
de quién
de quién sino tú
o él o ella qué más da
te vas
se van
y qué queda entonces
el instante el metal del eco y la piedra
quién podrá moverla de nuevo
si eras tú el que lo hacía
o él o ella qué importa
si las lágrimas me ciegan
si el instante se hace eterno
si el tiempo pesa
pesa como aquel canto
piedra y música silenciosa
eco de pasos que quizá no vuelvan
qué me queda entonces
Busca bucea esculpe
es posible que esa roca lo esconda
la salida
una salida que sea llegada
una entrada que sea partida
quizá pueda partir
y buscar y bucear
y esculpir

Tengo 34 años, y soy filóloga. Una de mis pasiones es la lectura: aprender todo lo que me muestra un libro, desde una cultura o época desconocida hasta formas de ser con las que tropiezo diariamente. Las páginas de un buen libro me ayudan a conocerme a mí misma, a los demás... creciendo en un autoconocimiento que es apoyo para enfrentarme a mis realidades y circunstancias; y fortaleciendo una comprensión con personas que, quizá, de modo natural nunca me hubiera acercado... Mi segunda pasión: escribir. Lo que veo, lo que vivo, lo que siento, lo que oigo... Transformar las imágenes de un pensamiento en palabras que pueden ser reconocidas por otros, para vivirlas más intensamente. Ver todas las entradas de Elvira Lorenzo López