Las letras se suceden al ritmo de los pensamientos: uno salta a otro, una imagen se superpone a una sensación… Y de entre esos pensamientos fugaces, y a veces inconscientes, los recuerdos.
Recuerdos que relatan una vida… hasta llegar a un determinado punto. El punto de partida. En ese punto la niebla oculta los trazos de verdad, desfigurando los hechos: el protagonista nos conduce a través de sus pensamientos, ficciones y recuerdo hacia su verdad. Ha descubierto el engaño. Mentira que esconde su pasado, su origen… Su identidad.
¿Se puede vivir con una procedencia desconocida?
¿Se puede vivir conociendo la verdad, oculta durante años?
El autor-protagonista tardó 20 años en desgranar su intimidad en palabras escritas y publicadas.
Termino con unas palabras suyas: «No quería escribir un libro sobre la II Guerra Mundial ni sobre los judíos, sino del modo en que la historia tiene impacto sobre la vida íntima de un individuo».
Tengo 32 años, y soy Licenciada en Filología Hispánica (con la especialidad de Lengua). Una de mis pasiones es la lectura: aprender todo lo que me muestra un libro, desde una cultura o época desconocida hasta formas de ser con las que tropiezo diariamente. Las páginas de un buen libro me ayudan a conocerme a mí misma, a los demás... creciendo en un autoconocimiento que es apoyo para enfrentarme a mis realidades y circunstancias; y fortaleciendo una empatía con personas que, quizá, de modo natural nunca me hubiera acercado... Mi segunda pasión: escribir. Lo que veo, lo que vivo, lo que siento, lo que oigo... Transformar las imágenes de un pensamiento en palabras que pueden ser reconocidas por otros, para vivirlas más intensamente.
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