Me preguntan qué veo por la calle, cómo perciben mis ojos las figuras, el movimiento… la realidad que me rodea.
Veo líneas. Colores. Ráfagas de contraluz. Oscuro. Pinceladas… Así miro: como si una mano invisible pintara constantemente mi entorno con diferentes tonalidades. Y además… veo más allá. Sí: mi familia es judía, muy judía. Observantes. Quieren que deseche mi don, mi pasión… Pero es que no lo puedo frenar: emerge de mí con una fuerza que no puedo controlar…
Y así lo pretenden: que acalle mi alma, mis manos, mis ojos… y algo más que tengo dentro, que es lo que me hace dibujar, e incluso, pintar lo prohibido…
Me dicen que se me está yendo de las manos… Que o me contengo, o…
Y ahora, expulsado de mi familia, de mi comunidad… he de volver. Una muerte ha provocado mi regreso. Vivía ya tranquilamente, con mi mujer y mis hijos, y nuevamente… he de enfrentarme.
Pero lo que me comienza a suceder… era totalmente inesperado para mí.
Mi don… ¿nuestro?
- ELVIRA