Tras el encuadre que ofrece el desastre provocado por el huracán Sandy, nuestro protagonista, el ya avejentado Frank Bascombe, se mueve en numerosos escenarios: las visitas a su ex-mujer enferma de Parkinson, la casa de la playa vendida y asolada por el huracán, un viejo conocido a punto de fallecer… Contextos distintos y la misma acidez, el mismo humor sarcástico que nos provoca continuamente juicios y risas, repulsión y cercanía…
Muestra, sin apenas anestesia que amortigüe el amargor de la situación interna y externa, la crítica a su tiempo, la reflexión acerca de la memoria, la destrucción, la muerte, la decrepitud, el racismo…
Cuatro historias y un hilo conductor que dejan entrever la inteligencia sutil del autor, a través de un personaje «políticamente incorrecto» y ciertamente agrio.
Tengo 32 años, y soy Licenciada en Filología Hispánica (con la especialidad de Lengua). Una de mis pasiones es la lectura: aprender todo lo que me muestra un libro, desde una cultura o época desconocida hasta formas de ser con las que tropiezo diariamente. Las páginas de un buen libro me ayudan a conocerme a mí misma, a los demás... creciendo en un autoconocimiento que es apoyo para enfrentarme a mis realidades y circunstancias; y fortaleciendo una empatía con personas que, quizá, de modo natural nunca me hubiera acercado... Mi segunda pasión: escribir. Lo que veo, lo que vivo, lo que siento, lo que oigo... Transformar las imágenes de un pensamiento en palabras que pueden ser reconocidas por otros, para vivirlas más intensamente.
Ver todas las entradas de Elvira Lorenzo López
Un comentario sobre “Francamente Frank, de R. Ford”
Richard Ford, ácido hasta la médula, me gusta como me zaranda con sus libros. Muchas gracias por ponerlo otra vez en mis manos.
Richard Ford, ácido hasta la médula, me gusta como me zaranda con sus libros. Muchas gracias por ponerlo otra vez en mis manos.
Me gustaLe gusta a 1 persona