Historias de varios personajes se mezclan. Y no sólo cambiamos de una piel a otra, sino que el drama se acentúa con los avances y retrocesos en el tiempo. El narrador nos presenta el mundo interior de cada personaje a través de descripciones muy ricas. Nos hacemos cargo de lo que supone quedarse ciega y la angustia de sentirse incapaz de manejarse sin ayuda; notamos en nuestro cuerpo el sudor, el dolor, que provoca el desarrollo de un tumor; nos vemos también cobardes al vivir unas circunstancias injustas pero compartidas y defendidas por toda una nación.
Segunda Guerra Mundial. El autor no busca una «novela más» de esta terrible guerra. Hace una conjunción de vidas distintas para poder meternos en la vertiente psicológica e intimista de lo que pudo vivir la gente estos años. La niña ciega que se queda sola, sin el amparo de su padre, y que tiene que defender la causa de la desaparición de aquél: un valioso y maldito diamante. Un niño que crece absorbido por las ideas del nazismo, aunque nunca pierde lo que le acabará salvando, y que le hará rescatar a la niña ya adolescente: la sinceridad consigo mismo y su conciencia.
Al mismo tiempo, nos ayuda a entender de qué manera se pudo propagar está ideología y cómo la asumieron los alemanes de ese momento. Un entendimiento que nos hace dar un paso hacia la comprensión.
No obstante, la lectura de este libro puede resultar pesada. Quizá porque tiene un estilo cercano a las escenas de una película: son capítulos por lo general breves, que se interrumpen de forma abierta, dejándonos con una pregunta sin respuesta. Esta sensación de dejar nuestros dedos a unos milímetros de la pared un capítulo tras capítulo, hace que se desee llegar al final del libro. Sí, una lectura rápida, ágil y sencilla, con dosis de rasgos psicológicos de caracteres (hasta el punto de que el narrador parece que se convierte en el mismo personaje, por el modo de transcribir sus pensamientos y reacciones). Tanto cambio de personaje y de tiempo, transmite ansiedad. ¿Propósito del autor?

Hola otra vez…llevaba tiempo sin asomarme al blog y todo lo que me he perdido, no me da tiempo a leer tanto, a ver si me pongo las pilas otra vez, sin embargo este libro si que lo he leído y si que es verdad que es ágil, rápido de leer y si conoces Sant Maló es como si volvieses a recorrer sus calles pero la historia me pareció floja con algo de originalidad pero floja, no llegó a llenarme, le falta fuerza. Lo leí hace un par de veranos…se deja leer pero no aporta nada.
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