
Únicamente necesitas unos veinte minutos para leer estas páginas. El título adquiere sentido en los últimos párrafos y, además, anuncia que se va a leer algo insólito: ¿adónde nos llevarán las palabras?
Tal vez surja alguna exclamación en la primera mitad del libro: de sorpresa, de indignación… Al final sólo queda un silencio sobrecogedor y las manos apoyadas en las tapas: “¿puede ser cierto lo que he leído?”. Podría serlo. Con qué facilidad se rasgan unas vidas…
La transmisión de una ideología, por muy dispar que parezca, puede infiltrarse en cualquier mente hasta asimilarla, e incluso defenderla. Se puede interponer en la amistad más sólida. Y se puede llevar a cabo de forma directa… o sutilmente indirecta.
