
No hay nada que hacer… Únicamente se me ocurrió invitar a mis dos grandes amigos a mi casa para enseñarles mi gran adquisición… Una auténtica obra de arte. Y sólo recibí desprecio, incomprensión… y, a lo menos, una tolerante indiferencia.
¡No les entiendo! ¿Cómo es posible que no perciban el valor de semejante obra? Sólo porque es arte moderno… Son unos ignorantes, y nunca pensé que… me harían dudar de la amistad que nos une…
Pues sí, lo dudo. Y si así lo quieren, ¡dejaremos de hablar por el resto de la vida!
¿Cuándo mostrar comprensión y empatía, y cuándo decir la verdad?
¿Hasta qué punto jugarse un amigo por un objeto?
¿La sinceridad siempre es la mejor opción aunque duela?
¿Espontaneidad, naturalidad; veracidad, autenticidad?
¿Juicios? ¿Excusas? ¿Sacar las cosas de quicio? ¿Enfados? ¿Ceder?
Múltiples preguntas que invitan a la reflexión surgen de esta breve e intensa obra de teatro.
- ELVIRA