Un hilo invisible y atrevido desde Pedro Salinas… hasta mis propias palabras que dibuja una realidad similar…

Para cristal te quiero,
nítida y clara eres.
Para mirar al mundo,
a través de ti, puro,
de hollín o de belleza,
como lo invente el día.
Tu presencia aquí, sí,
delante de mí, siempre,
pero invisible siempre,
sin verte y verdadera.
Cristal. ¡Espejo, nunca!

Y mi batalla por ser «yo» y no otra:

Busco rozarme enfrente.
Intuyo mi reflejo.
Me vislumbro fuera… y a la vez dentro.
Quiero apartar mi tacto,
rechazar aquel «enfrente» que duele.
Se clava. Aprieta…
Dura presión.
«No eres tú «.
Un murmullo se incrusta en mi mirada.
Observo… Me responde el reflejo,
pero huyo.
«No eres yo».
«Sí… te estoy haciendo tú «.
Cada sílaba… hiela.
Entonces, reclaman mi sonrisa.
Mis labios te dibujan;
sutil y fría
te muestras.
Mis ojos buscan,
¡enfrente y dentro!
¿Locura?
«Quizá «.
Mi reflejo me ensordece;
otras voces me vacían;
«me estás haciendo yo».
Un susurro diferente me acaricia.
La sensibilidad surge…
ardiente,
atraviesa la piel.
Me toma
y deseo apretarme. Que queme;
Que me abrase plena.
«Te estás rompiendo».
Miré enfrente.
Sonreí traspasando aquella caricia,
ese roce de lo más dentro.
Me vi delante.
«No».
Y mis ojos te quebraron.
Opaco; neutro.
Y huiste con mi reflejo.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s