
Segunda parte de la trilogía.
Esta segunda parte de la trilogía de los Forsyte se centra en el entorno familiar de Soames y su hija Fleur y así comienza otra nueva rama de la familia.
Galsworty vuelve a mostrar su enorme calidad narrativa, su inteligencia, su fino sentido del humor, cualidades que le llevaron a ser premio Nobel de Literatura en 1932.
El autor sigue ofreciéndonos personajes magistrales, llegando a resultarnos cercanos como si fueran de carne y hueso. Empatizas tanto con estos, que al acabar la lectura, los estas echando tanto de menos que rápidamente quieres sumergirte en la siguiente continuación de la trilogía.