
En 4º de la ESO descubrí este poema con toda su trascendencia gracias a mi profesora de Lengua.
Lo retomo aquí para compartirlo con todos, invitando a Quevedo a ponerse sus anteojos para observarnos leer, recitar, comentar y embebernos de sus versos.
Cerrar podrá mis ojos la postrera Sombra que me llevare el blanco día, Y podrá desatar esta alma mía Hora, a su afán ansioso lisonjera; Mas no de esotra parte en la ribera Dejará la memoria, en donde ardía: Nadar sabe mi llama el agua fría, Y perder el respeto a ley severa. Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido, Venas, que humor a tanto fuego han dado, Médulas, que han gloriosamente ardido, Su cuerpo dejará, no su cuidado; Serán ceniza, mas tendrá sentido; Polvo serán, mas polvo enamorado.
Sin duda, uno de los más excelsos sonetos en lengua española. ¡Una joya!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es el mejor poema amoroso de la lengua hispana.Un soneto perfecto que hace grande e inigualable el barroco español.
Me gustaLe gusta a 1 persona