Puedo decir que llegó casi por casualidad este libro a mis manos. Me gusta mucho leer a Zweig, y la portada de este libro se había enfrentado con mi mirada en numerosas ocasiones. Hasta que al final lo vi encima de una mesa, esperando a ser colocado por su anterior dueño. «Éste es el momento».
Tras una equivocada invitación para bailar, el teniente Hofmiller se percata del agravio que ha provocado: el ataque de ira y desesperación se desata en el cuerpo pequeño de una adolescente. A partir de ese instante, Anton decide ir a visitarlos. En un primer momento se trata de disculparse por su desafortunado error, pero paulatinamente siente que ha empezado a formar parte de esa familia con tanto sufrimientos: sin madre, una adolescente con parálisis al parecer crónica…
No se dará cuenta de que su buen humor, su disponibilidad para cualquier necesidad de la familia, sus cuidados y atenciones… desembocarán una pasión muy encendida. Y la compasión que llena el corazón del protagonista le jugará malas pasadas: prometer esperanza, amor, futuro…
Tras el tiempo, el joven soldado buscará su refugio en la guerra, llevando un peso en su alma que lo persigue a todas partes.
Nada acrecienta tanto el amor propio de un joven, nada ayuda tanto a formar su carácter, como encontrarse de improviso ante una misión que tiene que llevar a cabo contando exclusivamente con su propia iniciativa y sus propias fuerzas (…). Sólo cuando uno sabe que es algo también para otros, descubre el sentido y la misión de su propia existencia.
A mi tambien me pasó como a ti, habia visto este libro y no me atraía, pero cuando lo leí me pareció una de las mejores novelas que he leido. Muy buena para hacer forun. Penetra a fondo en el alma de los personajes con la fina intuición que le caracteriza, toca loss grandes temas de la vida.
Merece la pena leerla
M
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