Páginas crudas, ácidas e irónicas, que no ocultan la angustia de la protagonista: recién casada y con un bebé con el cerebro trastocado (no sólo será retrasada mental y física, sino que quizá nunca llegue a reconocer a sus padres como lo que son).
El matrimonio decide continuar su plan previsto con anterioridad: mudarse a Francia. Encuentra lo que parece que va a ser la casa de sus sueños, pero a la carga que supone su hija, con la que permanecen en continua alerta, se suma la lucha con una casa abandonada, sin agua, salvaje… y con ratones escurridizos.
Su marido se refugia en su trabajo de compositor de música. Su decisión está echada: si no se deshacen de la niña, no piensa encariñarse.
La protagonista vive en un permanente debate: es chef y quiere montar una escuela en su casa, pero ¿cómo va a adecentar todo para este objetivo? Tiene una hija enferma y está sola para cuidarla. Es un obstáculo para sus ambiciones… hasta que comienza a intuir ese lazo que las une.
Ataques de histeria, enfados, decisiones, independencia, separaciones, silencios… El lenguaje duro nos pone ante los ojos unas realidades que podemos vivir… y que tal vez no nos atrevemos a expresar en voz alta.
Sonido de ánsar 
Tiene buena pinta
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Sigo con mucho interés tus publicaciones, que veo que puntualmente las vas publicando como prometiste. Y los comentarios que haces. No solo atraes la atención sobre los libros, sino es que creo que tu mismo comentario es en si mismo un género literario. Me gusta tu modo tan personal de comentarlos, sugerente y evocador. Tu blog ya es una me mis visitas habituales, muchas gracias.
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Muchas gracias. Es muy animante ver que los libros subidos atraen la atención de los lectores. También te agradezco tu sobrevaloración sobre lo escrito. Si ves también cosas para sugerir una mejora, te lo agradecería aún más!! Incluso un complemento a un libro ya publicado, o la sugerencia de un sonido distinto… las evocaciones son distintas para cada persona.
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