Un día recibí un mail con un documento muy interesante: Porqués y paraqués de la lectura, de Jaime Olmedo Ramos. De nuevo, otro profesor de mi facultad aunque no me llegó a dar clase. Se trata de un artículo en el que desmenuza la necesidad, más que la importancia, de la lectura: desde Platón o Quintiliano hasta Nietzsche o Ezio Raimondi. Contemporáneos y clásicos se dirigen a una misma meta…
Una frase conocida del ya mencionado Nietzsche nos sirve para entender la razón por la que buscar «porqués» a la lectura: «quien tiene un por qué para vivir, soporta cualquier cómo». Es el anclaje seguro. El cimiento.
Mientras que el «para qué» nos conduce a un proyecto, un objetivo, una finalidad. Nos conduce la mirada a un futuro para que sea plenamente nuestro.
Olmedo cita unas palabras de Vargas Llosa que aparecen en su obra La verdad de las mentiras:
«… quisiera formular algunas razones contra la idea de la literatura como un pasatiempo de lujo y a favor de considerarla, además de uno de los más enriquecedores quehaceres del espíritu, una actividad irremplazable para la formación del ciudadano en una sociedad moderna y democrática, de individuos libres»
Ahora me toca experimentar de qué modo hace la lectura por convertirme en una persona libre. Con mis «porqués» y «paraqués» tengo el presente, el pasado y el futuro en mis manos. No en manos de otros.
Me gusta mucho cuando nos sorprendes con comentarios y citas interesantes, ésta en concreto me ha hecho dar vueltas sobre los porqués de mi vida y adquieren una proyección nueva e interesante cuando me pregunto el para qué, y entonces el cómo empieza a cosquillear en mi cabeza. Muchas gracias por darme las claves
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