Gracias, Isabel, por mandar dos poemas de Rilke. Cuando saqué el libro de Cartas a un joven poeta, comentaste que era uno de tus autores favoritos. Te sugerí si querías compartir alguno de sus poesías, y has colaborado con dos. Muchas gracias.

«EL POETA»

De mí te alejas, hora.

El batir de tus alas me hace heridas.

Solitario: ¿qué puede hacer mi boca

con mi noche y mi día?

No tengo amada, ni casa, ni sitio

donde poder vivir.

Todas las cosas a las que me entrego

se hacen ricas y a mí me dejan pobre.

 

«BAILARINA ESPAÑOLA»

Como en la mano una cerilla, blanca,

antes de ser llama, extiende por todos los lados

estremecidas lenguas, así empieza, en un círculo

cercano de espectadores, a ensancharse brusca

su danza redonda, rápida, clara y radiante.

Y de repente es toda, toda llama.

Con una mirada enciende su pelo

y lanza de golpe con atrevido arte

todo su vestido en aquel incendio,

del que, como serpientes espantadas,

se estiran crepitantes sus brazos, nudos, despiertos.

Y después, como si el fuego le fuera poco,

lo reúne otra vez todo y lo arroja,

dominadora, con gesto altanero,

y lo ve: allí, furioso en el suelo,

y llamea todavía y no se rinde.

Pero victoriosa, segura, saludando

con una sonrisa dulce, erguida la cabeza,

lo apaga con sus breves, firmes pies.

 

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s