He decidido juntar estos dos últimos tomos, tratando de leerlos con ligereza pues reconozco que no me han aportado nada más allá de lo que me ofreció el primer tomo.
Los personajes siguen siendo mediocres, sumergidos en una gran confusión quizá provocada por la situación de guerra en la que viven. La obra también está envuelta en una ausencia de esperanza y ateísmo.
Las novelas ocupan distintos periodos de la Segunda Guerra Mundial, en los mismos escenarios que en el primer tomo, Londres y Holmes Place, la casa familiar situada a las afueras de Londres. Los nietos ya son jóvenes y quieren vivir sus propias vidas los hijos y los abuelos van envejeciendo…todos ellos metidos en un clima de permisividad moral e inmadurez afectiva.
Es de las pocas sagas que no me ha importado finalizar, no he llegado a empatizar con los personajes pues creo que actúan sin principios atendiendo únicamente a sus instintos y apetencias.
Sonido de ánsar 
No en vano se dice: las segundas partes nunca acostubran a ser buenas
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