Kay y Gerda se deslizan por la nieve con un trineo. Es momento de recuperar y hacer realidad una esperanza, o de una aparente separación para siempre…
De esta manera también nos deslizamos nosotros al leer estas páginas, de las manos de Leonardo, de Julián, de Casilda, adentrándonos en sus pensamientos e historias.
Leonardo sale de la cárcel tras unos meses en prisión, y se encuentra en su ciudad, Madrid, solo y dejándose guiar por sus intrincadas reflexiones que surgen a raíz del lugar donde se encuentra, de las personas con las que está… Se va dibujando un propósito: volver a la Quinta Blanca, al norte de España. ¿Por qué tuvo que venderla casi con un ataque de ira y desprecio?
Al hilo de sus pensamientos, va recuperando aquel cuento de su abuela: La Reina de las Nieves, de Andersen. Vamos descubriendo, o redescubriendo, de qué trata esa pequeña historia y qué relación tiene con él: ¿se identifica con algún personaje en concreto? ¿También tendrá un trocito de hielo que se le ha metido hasta el corazón? ¿Cómo volver a ser el mismo?
Comienza a investigar entre papeles de su padre, un nombre en clave que revela el de una posible mujer, ¿quién? Las dudas le asaltan continuamente y parece que la historia le dirige a él en lugar de ser al revés, pero todo con la maestría de la autora que entremezcla narración y pensamiento, presente y pasado, deseos y hechos, con el arte de la palabra.
Una experiencia inolvidable haberlo leído con el susurro de las olas y el sol que asomaba entre las nubes de un cielo al norte de España.

Y golpeaba la madera de cedro con los puños. Tuvieron que llevarme de allí a rastras, como a un niño, aunque ya hace tiempo que no lo era.
Elvira muchas gracias por recordarme esta gran obra, la leí hace tiempo pero ha entrado de nuevo en mi vida como si la hubiera leido ayer……Gaite una maestra de la narración y un libro que nunca se pasará de moda.
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