
Se respiran las páginas. Se respira el gris… Este color impregna poco a poco el tinte de los personajes, especialmente de la joven protagonista, y nos va captando a los lectores.
Se paladea la niebla hasta provocar un ligero carraspeo: Andrea comienza su carrera universitaria en la gran ciudad de Barcelona. La ilusión insegura se transforma en tensión, violencia… Continúa teniendo la luz del ambiente de las clases, y de sus amigos, no obstante, se declarará una batalla abierta que acabará con una chica pálida, gris, mustia… con toda la fuerza de su juventud aprisionada en su mirada.
- ELVIRA